A tu lado, mis problemas, mis tristezas, mis malos recuerdos... son como el rocío de la mañana, evaporándose ante la presencia del sol.
Mis lágrimas regresan a su escondite, consoladas con tu abrazo cálido y firme.
Mis labios, agrietados de tanto morder, marchitos de tanto beber de esa lluvia de sal... se curan con tu beso de buenos días; con tu amplia sonrisa de ojos color café.
Amanecer contigo me renueva.
Me quita el polvo de los hombros.
Me sacia la sed de esperanza.
Despertar juntos en ese abrazo entrelazado, en ese nido de caricias desde el atardecer...

Cerrar mis ojos imaginándote. Abrirlos y verte hecho realidad.
Me envuelves como una brisa.
Me llenas como el aire, abarcando todo: mi cuerpo, mis deseos, mis pensamientos.

A tu lado, componiendo canciones con los latidos de tu corazón y el mio.
A mi lado, tejiendo sueños con mi cabello.
Sobre un lado de nuestra cama, abrazados, esperando al sol. Presenciando su regreso, y su egreso.

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